Nipur, un Collie de 2 años, agredió
repentinamente a su dueña. Para llegar a un diagnóstico le realizaron, entre
otras cosas, un electroencefalograma computarizado y un mapeo cerebral.
Estos ejemplos, que algunos años atrás
hubieran existido sólo en la fantasía, son reales. Tal es así que para muchas
personas lo sucedido con Caramelo y
Nipur es sólo una muestra de que nuestros animales de compañía son tan
“humanos” como nosotros. Sin embargo, podemos dar otra visión acerca de ello.
Los perros y los gatos reaccionan ante
situaciones ambientales inadecuadas de diversas maneras; los humanos también lo
hacemos. Los humanos tenemos emociones primarias tales como el miedo; ellos
también. Los humanos tenemos emociones secundarias (sentimientos) y algunas
especies de animales seguramente también las tengan. Los anima les pueden
sufrir alteraciones en su comportamiento muchas de las cuales, al igual que en
el caso de los humanos, probablemente se deban a problemas de adaptación al
medio en el cual deben vivir y a diversas patologías. Sin embargo, todo esto no
los transforma en humanos ya que también hay muchas diferencias entre unos y
otros, tanto psíquicas como anatómicas. La
cultura, por ejemplo, es una característica exclusivamente humana.
Los
perros que duermen con sus dueños mientras los hijos del matrimonio lo hacen en
otra habitación pueden luego agredir a los niños, los gatos extremadamente
mimados y luego obligados a usar sombreros de cumpleaños sufren un gran estrés,
los perros que son tratados como bebés y que por lo tanto no se despegan del
lado de sus dueños cuando éstos están en casa, pueden realizar todo tipo de
destrozos cuando son dejados solos. Estos animales no sólo pueden traer
problemas durante la convivencia, sino que no
son animales felices. Y mucho menos los animales que viven aislados o
maltratados.
Las similitudes que muchas veces observamos
entre nuestros animales y nosotros, probablemente se deban a que tanto unos
como otros pertenecemos al reino animal; siendo también probable que los humanos tengamos más lo del animal que
los animales lo del humano y que actualmente tanto unos como otros estemos
sufriendo las consecuencias de vivir en un medio cada vez más complejo.
Por lo tanto, lo mejor que podemos hacer para
respetar y mejorar la calidad de vida de nuestros animales es entender que ellos son lo que son y no lo que nosotros
pretendemos que sean. Aunque ello no resulte una tarea sencilla.
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Por: M.V. Claudio
Gerzovich Lis
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