“Te has
adueñado de mi casa y de mi hogar Incluso intentas contestar mi teléfono
Dalila, eres la niña de mis ojos Miau, miau, miau” - estrofa de la canción “Delilah (Dalila)” dedicada por Freddie a una de sus gatas.
En el universo de los amantes de gatos, un
referente indudable es el carismático cantante y compositor Freddie Mercury (1946-1991), legendario
vocalista y compositor que lideraba la famosa agrupación rockera “Queen”.
La imagen que ha quedado de Freddie Mercury,
cuya vida es contada en la película Bohemian
Rhapsody, estaba llena de dinamismo, carisma sobre los escenarios,
elegancia, gran presencia, amor a las fiestas y excesos. Sin embargo, nadie
puede dudar de que era asimismo un apasionado de los gatos. El artista fue
dueño de nueve felinos: Tom, Jerry, Oscar, Tiffany, Delilah, Goliath, Miko,
Romeo y Lily. De hecho, su álbum Mr. Bad Guy, estaba dedicado a su extensa
tropa gatuna, y también “a todos los
amantes de los gatos”.
Se cree que la mayoría de sus gatos
provenían de la Blue Cross, una asociación protectora de animales arraigada en
Inglaterra. Sólo Tiffany, una Himalaya, llegó de un criadero. Allí la compró
Mary Austin, ex novia de Freddie, que se la regaló. Los demás eran gatos de la
calle, rayados, blancos, negros, tricolores. Entre ellos, Delilah, una tricolor
hembra grande y fuerte, considerada la favorita del clan Mercury y a la que
inmortalizó con su canción homónima.
“Me
haces sonreír cuando estoy a punto de llorar, me das esperanza, me haces reír,
y me gusta” …
Como le era muy difícil separarse de ellos,
mientras recorría el mundo con Queen, habitualmente llamaba a su casa para hablar
con sus queridas mascotas. Además, toda su residencia estaba llena de retratos
en donde posaba junto a ellos.
Su pasión por los gatos solo puede igualarse
a su pasión por la música Los felinos de Mercury eran felices, estaban bien
cuidados, quizá un poco mimados. A cada gato se le preparaba su propio calcetín
navideño (como es tradición en el Reino Unido), y se llenaba de golosinas y
juguetes. Disfrutaban de la casa entera, podían pasearse por los jardines a su
aire durante todo el día. Delilah salía corriendo en busca de Freddie para que
la protegiese cada vez que se sentía amenazada. Cuando él enfermó y pasó mucho
tiempo confinado en la cama, la gata lo acompañó en todo momento. Sus fans
conocían sus gustos, y muchos le enviaban gatos de peluche y figuritas. Otros
llamaron “Freddie” a sus propias mascotas.
En las últimas fotos para el CD Classic
Queen y en el videoclip de “These are
the days of our Lives” el insigne cantautor llevaba un sorprendente chaleco
pintado a mano con todos los gatos que había tenido.
Antes de fallecer, el 24 de noviembre de
1991, se había asegurado de que sus queridos mininos estarían bien cuidados.
Legó su mansión a Mary Austin, quien se ocupó de ellos.
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Por: Elsa Dorta Suarez
Fuentes consultadas:
-
www.gatosdomesticos.com
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