La mangosta (Herpestes auropunctatus). Es uno de los pocos mamíferos carniceros de la isla de Cuba; su color es gris claro, tiene 30 cm. de largo, apenas tres libras de peso y colmillos afilados siempre dispuestos a morder. Es muy voraz, agresiva, en esencia, un animal peligroso a la población.
En toda Cuba se le dice hurón, error que se ha mantenido a lo largo de muchas generaciones pues el verdadero hurón - ferret en inglés - es un animal de piel muy valiosa.
En la isla se le considera el mayor reservorio natural del virus de la rabia, al punto, que una mordida por este animalito requiere de inmediato tratamiento médico, incluido, la administración de suero contra la rabia.
Originario de La India fue introducida en nuestra isla para el combate a ratas y roedores que ocasionaban grandes pérdidas en los almacenes de alimentos y en los cultivos a finales del siglo XIX.
En los primeros tiempos se le mantenía bajo el control de sus propietarios, hasta que se perdió esta idea, se hicieron libres y se reprodujo para convertirse en una plaga por sí misma. Error de bioseguridad, algo repetido en el tiempo con la rata blanca e infinidad de peces de agua dulce, en especial, las clarias.
Cuentan que en los inicios fueron grandes las batidas de ratas y ratones a cargo de las mangostas, pero pasado el tiempo, ambas especies discutieron el asunto y llegaron a la conclusión que podían vivir sin atacarse entre sí. En lo adelante la mangosta se alimentaría de huevos, pollos, restos de animales y tendría sus hábitos diurnos, a campo abierto o en pequeños follajes; la rata de campo sus hábitos nocturnos y como alimentación básica los granos y la caña de azúcar. La rata de ciudad viviría como… las ratas de ciudad.
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Por: D.M.V. Walfrido López González
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