El gato es un animal bastante independiente y aunque no por ello deja de ser inteligente, es difícil que aprenda algo sin que medie algún beneficio para él y evitará lo que le suponga un perjuicio. Quizás motivado por el hecho de que no viven en manada y no necesita someterse a un “líder”.
Claro está, no quiere decir que no puedas educar a tu gato para que la convivencia en casa sea asequible para todos. Eso sí, todos los miembros de la familia deben estar involucrados en educar al gato. De nada vale que alguien de la familia lo regañe por subirse en un mueble, si en otro momento los demás lo dejan hacerlo.
HACER SUS NECESIDADES EN EL ARENERO
Un gatico, aunque sea pequeño, si tiene un arenero a su alcance, raramente hará sus necesidades fuera de este, aunque al principio no le será fácil, porque no puede retener su necesidad como un adulto.
HIGIENE, CEPILLADO Y CORTE DE UÑAS
Es necesario que desde muy pequeño acostumbres a tu gatico al cepillado de su pelaje, al baño y al corte de uñas, pues ya siendo adulto te será muy difícil hacerle estas manipulaciones importantes por su belleza y salud.
Los gatos necesitan afilar sus uñas, son depredadores y estas le sirven para su actividad de cazar, entre otras cosas. Debes asegurarle rascadores, puedes utilizar troncos de árbol, alfombras viejas o sogas alrededor de un “tubo” sobre una base fuerte. Aunque desgraciadamente, el gato no siempre se afilara las uñas en él. Por ello es importante mantenerle las uñas bien cortadas, los destrozos serán menores.
Nunca debes castigar al gato de forma física. Esto solo servirá para que desconfíe de ti. Si hace algo malo, es mejor regañarlo con voz firme, utilizando siempre la misma palabra ¡NO!, acompañada de una fuerte palmada próxima al gato.
Un pomo de spray con agua es bastante eficaz, sobre todo cuando se afila las uñas donde no debe. Si le das un “remojón” cada vez que lo haga, por ejemplo, en los muebles, el gato asociará que el mueble se está defendiendo de sus arañazos y evitará hacerlo en estos. Es importante que no te asocie con el agua, por lo que debes hacerlo a distancia.
El regaño y el “remojo” solo es factible si lo haces justo en el momento cuando esté haciendo la acción. Si lo haces en otro momento, el gato no lo asociará y lo único que conseguirás será confundirlo y que desconfíe de ti.
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Colaboración de: Daniela Duarte (DD)
Foto: www.wallpapers.com
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