Sexo es un término que llama mucho la atención de todos, ya sea por tabú, curiosidad o por afición. Sin embargo, el tema del sexo en los delfines resulta desconocido para la mayoría de los no especialistas y descubrirlo es el propósito de esta nota.
No debe extrañar a muchos que los delfines sean de las pocas especies de mamíferos que practican el sexo por placer. Lo que si resulta alarmante es que en una edad tan corta como una semana de nacido ya las crías machos de delfines comiencen con juegos sexuales con su propia madre. Aunque parezca Complejo de Edipo, estas conductas incestuosas son solo parte de las estrategias que garantizan el éxito reproductivo de la especie.
No sería prudente avanzar en el tema sin explicar rápidamente cómo se presentan los órganos sexuales en estos cetáceos. A simple vista es imposible diferenciar el sexo de los delfines a menos que observemos una vista ventral del abdomen del animal. De observarse tres ranuras, una más larga en el medio acompañada de otras dos pequeñas (una a cada lado) entonces estamos en presencia de una hembra.
Como dato curioso, en las dos pequeñas hendiduras se encuentran los pezones por donde pueden lactar a sus crías. Si se observa una sola ranura central detrás del ombligo, estamos observando un macho. El pene se encuentra interno en una cavidad y solo se aprecia externamente cuando está erecto. El tamaño promedio del pene de un delfín nariz de botella o tonina adulto es de 20 cm. Si vamos a mencionar extremos, sepan que el tamaño del pene de una orca (la especie más grande de delfín que existe) sobrepasa el metro y medio de longitud. ¡Qué salud!
El cortejo en ocasiones suele tornarse peligroso, pues incluye coletazos, saltos, golpes y mordidas que al parecer les resulta excitante, pues lo realizan muchas veces durante el día. La posición de cópula es bastante estándar y se logra con la unión de ambos vientres, acoplando las áreas genitales. Esta cópula en delfines no supera generalmente los pocos segundos de duración.
Resulta llamativo el dato de que la eyaculación en los delfines dura pocos segundos y que pueden tener varias eyaculaciones en un minuto. Con estos tiempos se sobreentiende que el acto sexual es bastante corto (tampoco el agua salada ayuda mucho a alargar el proceso). Todo se complica si le sumamos a esto que los periodos de apareamiento en el medio natural son de pocos meses en el año y que existe jerarquía en las poblaciones de los delfines, lo que significa que los machos dominantes son los que tienen mayor probabilidad de aparearse con mayor cantidad de hembras. Así las cosas, los delfines adultos deben estar bien preparados en temas de sexo cuando lleguen a la madurez reproductiva (bastante temprana, por cierto, aproximadamente a los 7 años de edad), eso si desean perpetuar sus genes. De modo que la práctica y el entrenamiento en estos temas sexuales son claves desde muy jóvenes.
Necesito contarles otro detalle de los delfines en medio natural y es que viven en grupos separados que se unen solo en época de apareamiento. Por un lado, deambulan las hembras con sus crías y por otro lado encontramos los machos, que suelen agruparse en dúos o tríos. En estas circunstancias aparece otro fenómeno curioso. Como los machos necesitan “entrenarse” haya o no hembras, toman lo que tiene a mano: hablo de un compañero del mismo sexo (homosexualismo). Así alternan el papel de la hembra de vez en vez. No les extrañe tampoco saber que en ocasiones emplean objetos como ramas de sargazos, hojas y otras cosas que encuentran como “juguetes” sexuales para masturbarse.
¿Y qué hay de las enfermedades de transmisión sexual? Pues sepan también que se presentan en estas especies. Los condilomas o papilomas son quizás los más comunes y se transmiten por contacto sexual. Las lesiones aparecen en las áreas genitales en ambos sexos, incluso en ocasiones, se presentan también en la boca. No quiero decir con esto que los delfines practiquen sexo oral, es solo otro dato curioso. La enfermedad puede llegar a producir en casos extremos parafimosis (incapacidad de retraer el pene) en los machos.
Es importante que mantengamos en nuestros hijos esa dulce imagen de los delfines como seres casi místicos, alegres, sociables y muy inteligentes. Aunque para aquellos a los que les encanta el cotilleo, ya ahora saben un poco más sobre las intimidades de estas hermosas criaturas y pueden hablar con propiedad.
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Colaboración: MSc. Ronar López Cañizares
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